Adolescentes y confinamiento.
Adolescentes en casa, ¿qué hago?
Con el confinamiento, puede que los roces en la convivencia se hayan intensificado, ya que, actualmente compartís más tiempo juntos y los nervios y la irritabilidad pueden intensificar y empeorar la situación. Con este encierro, algunos/as adolescentes tienen problemas para aceptar las normas de convivencia, para aceptar el encierro y no salir de casa, para seguir su horario académico…
Por ello, te ofrezco una serie de recomendaciones que te ayudarán a convivir con tu hijo/a adolescente mientras dure esta situación y después de ella.
- Enfatizar el distanciamiento social y explicar el tema.
Los adolescentes tienen menor percepción del riesgo y para algunos el coronavirus no supone un peligro o problema, por ello, no entienden porque el distanciamiento debe aplicarse a ellos. Tampoco entienden la privación de libertad a la hora de salir a la calle y porque no pueden reunirse con amigos.
- Entender su frustración, ser empáticos y solidarios.
En la adolescencia, el vínculo de la amistad es muy importante, ya que es un elemento esencial en su desarrollo y en la transición de niño a adulto. Por ello debemos reconocer lo frustrante que es para ellos estar separados de sus amigos. Escuchar lo que sienten y trabajar juntos para que esa situación sea más soportable, como usar las redes sociales para mantener el contacto o juegos online. Preguntarles sobre qué necesitan para que sea más fácil de sobrellevar la situación.
- Fomentar hábitos saludables.
Promover que durante este tiempo sigan la rutina del sueño constante, que se levanten pronto y hagan ejercicio regularmente. Además, de realizar las cinco comidas diarias: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
- Crear un cronograma de estudio y programar las actividades a entregar.
Ya que los adolescentes no suelen ver a largo plazo y necesitan planificación y seguir unas rutinas. Por ello, debemos animarlos y orientarlos a que sigan un horario.
- Valide su decepción, preocupación y pérdida de experiencias importantes.
Muchos estarán preocupados por los resultados finales, por sus fiestas de graduación o competiciones deportivas. Es importante que los escuchemos, sin asegurarles que todo estará bien y hacerles ver opciones para recuperarse.
- Podemos establecer momentos de ocio comunes y darles espacio.
Interesarnos por sus actividades de ocio y compartir momentos juntos. A diferencia de los pequeños, los adolescentes prefieren evitar el contacto con los padres, para ello, debemos dejarles momentos y espacios de soledad cuando lo necesitan. Así pues, podemos aprovechar su sabiduría en la tecnología y aprender de ellos, dejándoles que nos expliquen diferentes aplicaciones.
- Evitar que los pequeños conflictos cotidianos puedan transformarse en discusiones constantes.
Para ello, debemos organizar el espacio y gestionar las tareas a realizar conjuntamente. Además, de escucharnos mutuamente y establecer un contrato de convivencia.
Espero que todas estas recomendaciones os ayuden a mejorar la convivencia y si tienes cualquier duda, no dudes en contactarnos.
Inma Marí Corraliza
Graduada en Psicología
Orientadora educativa